Creemos en la idea que Argentina es un país abierto para todos los hombres del mundo de buena voluntad que deseen habitarlo.
Creemos en la integración y la diversidad cultural como uno de los ejes centrales para el desarrollo de cualquier sociedad.
Aceptamos los conflictos para parte de la vida, no existe la vida y las relaciones entre personas sin conflictos.
La clave es como los resolvemos, si con palos y balas o con diálogo y propuestas serias.
Que el tiempo es un elemento central para modificar conductas y la impaciencia para resolver problemas por lo general no es buena consejera.
Que los pobres y los marginados no son delincuentes que solo quieren quedarse con lo que no es de ellos…sino que solo en casos particulares (como en todos los estratos sociales), algunos de ellos tienen una “vocación” delictiva para satisfacer sus necesidades.
Que es responsabilidad de toda la sociedad apoyar medidas y/o trabajar para satisfacer las necesidades básicas de vida de todos los que vivimos aquí. Es decir, garantizar las posibilidades reales que si alguien desea trabajar por su bienestar individual, por el de su familia y el de esta patria, pueda con ello conseguir los elementos indispensables para llevar una vida digna.
Sabemos que el desafío no es fácil de sortear, que hay que buscar de manera creativa soluciones reales y posibles a las desigualdades sociales y que solo el amor entre personas puede ser el camino para juntos alcanzar la felicidad como pueblo, como seres humanos.